Lo que me gusta a mí no tiene por qué gustar a los demás, pero voy a daros algunas razones para ver este Yuri on Ice:
- La música y la imagen son preciosas
- Te hace ver el patinaje sobre hielo de una manera distinta
- Muestra el homoerotismo de una manera sutil, madura y tierna
- Pero sobre todo, por el crecimiento de sus personajes y las relaciones que establecen entre ellos.
Eso es lo que más destacaría de su historia. Los protagonistas son Yuri, un patinador japonés, y Viktor, un patinador ruso. Ambos están en un punto de inflexión de su carrera, aunque en sentidos opuestos: Yuri está en una espiral negativa de fracasos y se plantea dejar el patinaje de competición, mientras que Viktor ha ganado tantas competiciones mundiales que ya no encuentra la motivación para seguir patinando. Yuri siempre ha admirado a Viktor desde que era pequeño, y cuando vuelve a su ciudad natal, intenta recuperar la ilusión por el patinaje realizando una coreografía de Viktor. El vídeo de su actuación se hace viral y llega hasta el propio Viktor, quien deja su carrera como competidor para hacerse entrenador de Yuri y llevarle hasta la medalla de oro mundial.
Y hasta aquí puedo leer... lo que sigue, una escalada de retos, superación, amor y muchas emociones sobre la pista de hielo, lo tendréis que descubrir por vuestros propios ojos.
A continuación, voy a hacer un análisis de la serie; pero recomiendo que no lo leáis si aún no la habéis visto, porque voy a hacer varios spoilers y a desvelar todo el guión.
El análisis va a durar un buen rato, así que vamos a ponernos a tono con un poco de música:
¡Empezamos! Me he entusiasmado con esta serie como no lo hacía desde mi pasión adolescente por Naruto. Desde entonces, había estado encontrándome con otros animes, algunos me parecían bastante tontos, y había perdido un poco la esperanza en el anime (puede llegar a ser muy estereotípico y machista en algunos casos). La dinámica a la que estamos acostumbrados en el yaoi (temática gay) es la siguiente: un hombre hace de seme y el otro de uke, es decir, "activo" y "pasivo", como una imitación de los roles masculino y femenino. Sin embargo, esta serie se enmarca en el género yaoi sin caer en esos estereotipos, sorprendiéndonos continuamente con unos personajes muy humanos.
Personajes
Una de las claves de la serie es el carisma de sus personajes. Todos ellos presentan un repertorio de defectos y de virtudes y realizan un viaje de descubrimiento personal a lo largo de la serie. Quizá por ello consiguen que nos identifiquemos con ellos y hagamos nuestras sus victorias, porque son personajes muy creíbles y aun así poco predecibles.
Yuri
Aunque la serie no tenga un narrador único, Yuri es el protagonista principal, ya que casi todo el tiempo la acción se centra en él. Es un personaje tímido y típicamente acomplejado como tantos otros chicos japoneses: tiene baja autoestima y se angustia con facilidad ante la presión. Se siente solo y no parece conocer (o reconocer) el amor, en cualquiera de sus formas. Al principio de la serie lo encontramos en su momento más bajo, física y psicológicamente, de luto por la pérdida de su perrito y por su amor por el patinaje.
Es el personaje que más crece a lo largo de la serie: gracias a Viktor, a la fe y al amor que recibe de él, Yuri recupera la confianza en sí mismo y se abre al amor, en todos sus sentidos. Descubre el apoyo de su familia y amigos, deja de sentirse solo, y encuentra un compañero de viaje, Viktor. Como su propio tema de baile, Eros, Yuri descubre su sexualidad, su libido, y se acerca más a quien realmente quiere ser. Todo esto lo muestra en la pista de hielo con su otra coreografía, Yuri on Ice.
Yuri, al principio y al final de la serie:
Pasa de ser un "fracasado", que quiere pasar desapercibido, a ser alguien fuerte, que conoce su poder y "no quiere que le quiten los ojos de encima", sin por ello perder su candidez.
Viktor
Viktor es una estrella del patinaje, admirado por todos y todas, sexy y carismático; al principio de la serie lo vemos actuar como un playboy con Yuri, sin ningún éxito; sin embargo, poco a poco va mostrándose como es realmente, ya que eso es lo que Yuri quiere de él: que sea él mismo.
Aunque al principio nos parece exagerada su decisión de dejar la competición para entrenar a Yuri, poco a poco vamos conociendo sus miserias y comprendiendo que Yuri le aporta cosas fundamentales que había dejado de lado por el patinaje (amor y vida). Vamos viendo lo que hay detrás de la máscara, un ser solitario y vulnerable que ha dado su vida por el patinaje y que también busca el amor sincero.
Aun así, me quedo con ganas de saber más cosas de Viktor: cómo fue su juventud? y su familia? tuvo relaciones pasadas? Cómo logró convertirse en un as del patinaje? Quizá lo veamos en la segunda temporada.
Viktor parecía ser un "playboy", pero realmente es muy tierno.
Es bonito ver cómo se complementan ambos personajes. De Japón a Rusia hay un salto muy grande. Mientras que Yuri es introvertido y muy formal, Viktor es encantador, extrovertido e informal. Disfruta el momento, sin dejar de lado la disciplina, y sin dejar que se le apoderen los sentimientos de culpa, que es lo que pierde a Yuri. Sigue sus instintos y sigue su pasión, al contrario que Yuri, que es un maldito reprimido. Sexualmente hablando, mientras que Yuri representa la inocencia, Viktor es el experimentado, suponemos que ha tenido varios amores en su vida (no se especifica sin han sido hombres o mujeres) y es muy directo a la hora de mostrar sus deseos - su Eros.
Yurio
Aunque este personaje se llame realmente Yuri, para distinguirlo del japonés voy a usar el apodo que le ponen en Japón: Yurio. Es el perfecto antagonista de Yuri: descarado, agresivo y ambicioso a más no poder. Es el más joven del elenco de personajes, y sin embargo, es el que llega a la medalla de oro, gracias a su esfuerzo sobrehumano.
A pesar de quedar relegado a un segundo lugar por quedarse fuera de la trama amorosa, Yurio me parece un personaje interesante y con un arco de desarrollo complejo. Esta metamorfosis viene marcada por el tema de su coreografía: Agape, o el amor espiritual. Aunque al principio no le gustara, acaba siendo la clave de su superación personal. Yurio comienza la serie odiando al mundo, luchando en solitario y viendo a los demás como enemigos. Sin embargo, a lo largo de su viaje por el amor espiritual, descubre otra faceta de sí mismo: el amor paterno por su abuelo y el amor fraternal por sus compañeros, llegando a ser majo con el patinador de Kazajstán y con Yuri, su supuesto archienemigo.
No sabemos mucho de la vida de Yurio. En el primer flashback, cuando está con Yuri debajo de una cascada, recuerda un paseo con su abuelo y se intuye que su madre ha muerto. Pero no se confirma más adelante, aunque sería una explicación posible a su carácter rebelde y desconfiado. También me parecen interesantes sus conversaciones con Viktor, aunque más bien diría sus discusiones con Viktor, en las que siempre le echa en cara o le exige algo. Es interesante ver a Viktor enfrentarse a esta bestia parda y sacar un lado más agresivo que no muestra cuando está con Yuri.
Yurio era el más expresaba sus estados emocionales, un personaje fogoso, y, a pie de calle, ruidoso, maleducado y chulito. Pero sobre la pista de hielo se transforma en un "hada". Una de las cosas que más placer me produjo fue ver a este cúmulo de testosterona transformarse en una prima ballerina a manos de su maestra de ballet. Los tres personajes se feminizan a lo largo de la serie, pero Yurio es el que lo hace más explícitamente, uniendo la belleza y la fuerza en su coreografía libre del Allegro Appasionato.
No sabemos mucho de la vida de Yurio. En el primer flashback, cuando está con Yuri debajo de una cascada, recuerda un paseo con su abuelo y se intuye que su madre ha muerto. Pero no se confirma más adelante, aunque sería una explicación posible a su carácter rebelde y desconfiado. También me parecen interesantes sus conversaciones con Viktor, aunque más bien diría sus discusiones con Viktor, en las que siempre le echa en cara o le exige algo. Es interesante ver a Viktor enfrentarse a esta bestia parda y sacar un lado más agresivo que no muestra cuando está con Yuri.
Yurio era el más expresaba sus estados emocionales, un personaje fogoso, y, a pie de calle, ruidoso, maleducado y chulito. Pero sobre la pista de hielo se transforma en un "hada". Una de las cosas que más placer me produjo fue ver a este cúmulo de testosterona transformarse en una prima ballerina a manos de su maestra de ballet. Los tres personajes se feminizan a lo largo de la serie, pero Yurio es el que lo hace más explícitamente, uniendo la belleza y la fuerza en su coreografía libre del Allegro Appasionato.
Feminidad y masculinidad
Normalmente hablo de roles de género, pero en este anime creo que es más acertado hablar de performatividad del género, en la medida en que los personajes masculinos adoptan elementos femeninos gracias al patinaje artístico. Esto es algo que me desconcertaba un poco cuando veía patinaje artístico antes de ver Yuri on Ice. Los patinadores me parecían todos muy afeminados y hacían gestos que no entendía; ahora comprendo que el patinaje es una mezcla de técnica y fuerza con elegancia y belleza, y por extensión, de masculinidad y feminidad. Tanto Yurio, como Viktor y Yuri hacen ballet, y deben ser gráciles y fluidos sobre el hielo.
Yurio es el que más abiertamente se feminiza, como he dicho antes, al convertirse en una prima ballerina, con el traje negro y rosa. Viktor llevaba el pelo largo cuando era más joven y usaba un traje ceñido con media minifalda. Ahora lleva el pelo corto, pero le queda muy bien el morado ;) Ambos personajes son muy andróginos. Yuri, por su parte, tira más a la elegancia masculina, con el pelo hacia atrás y colores negros y azul oscuro; pero antes de su primera competición, en el capítulo 3, le pide a su profesora de ballet que le enseñe a moverse "de una manera más femenina", para ser realmente bello sobre la pista de hielo.
Me parece un acierto total esta manera que ha tenido la serie de difuminar las barreras entre lo masculino y lo femenino. Lo hace de una manera sutil, ligada a una destreza como es el patinaje artístico, de manera que consigue que el espectador se enganche a esta "feminización" casi sin darse cuenta. Sí, los tres tienen pluma, pero no es la pluma a la que estamos acostumbrados (todos los clichés sobre gays), sino una mezcla de feminidad y masculinidad que resulta muy natural.
Al ver estas imágenes, me vienen varias palabras a la mente: Apolo, Eros, andrógino, ballet, poesía, delicadeza, belleza, perfección... y algunos momentos:
- Cuando la maestra de ballet le dice a Yurio que tiene que convertirse en una prima ballerina y Yurio le dice que no solo le dará su alma, sino también su cuerpo.
- Cuando, después de bailar el Allegro Appasionato, J.J. le cede el paso a Yurio diciendo "las damas primero".... (en ese momento me enfadé con J.J. porque era como si le llamara maricón).
- Cuando Yuri baila por primera vez Eros, en el cap. 3, y dice que "es mejor que cualquier otra mujer". Me recordó a la película M. Butterfly de David Cronenberg, en la que un espía se hace pasar por mujer para obtener información de un embajador y representa a la mujer perfecta porque "sólo un hombre sabe lo que un hombre quiere".
Amor platónico
Me he guardado lo mejor para el final :) aunque el tema del anime sea el patinaje sobre hielo, las relaciones de sus personajes son igual de importantes que la trama deportiva en sí. De todas ellas, la relación más importante es la que se establece entre Viktor y Yuri, que va más allá de ser una relación entrenador - patinador para convertirse en una relación sentimental.
Como he dicho al principio del artículo, la relación entre Viktor y Yuri no sigue las pautas que estamos acostumbrados a ver en el anime. Ambos personajes han dejado de ser adolescentes hace tiempo y afrontan este amor de una manera más madura y menos superficial que otros animes. Hablan de su relación y se preocupan genuinamente por el bienestar del otro, respetándolo. Su acercamiento es progresivo y nos recuerda a la manera en la que construimos la confianza en los demás en la vida real. No se nos muestra explícitamente, no hay "te quieros" ni besos apasionados en una puesta de sol (de hecho, sólo hay un beso y dura un segundo). Todo lo vemos a través del patinaje y a través de pequeños gestos, sutilezas, que nos obligan a leer entre líneas. Hay a quien le puede molestar esta ausencia de muestras típicas de amor... desde el capítulo 1 hasta el 12, estamos en un "tira y afloja" entre Viktor y Yuri que no parece consumarse nunca. Pero quien lea entre líneas, se dará cuenta de que eso es precisamente lo que la serie nos quiere mostrar, no se trata de un amor terrenal, sino de amor platónico.
Amor platónico
¿Qué es el amor platónico? Solemos usar esta expresión para referirnos a un amor idealizado y no correspondido (por ejemplo, el que tuve por mi profesor de Filosofía en Bachillerato). Pero ese no es el significado original del término; el amor platónico es el que nos muestra Platón en su obra El banquete. El amor platónico es el amor espiritual, justo lo contrario al amor terrenal. El amante y el amado se atraen porque ven en el otro las tres virtudes platónicas: la Verdad, la Bondad y la Belleza. Ambos intentan dar lo mejor de sí mismos para corresponder las virtudes del otro. Por ende, esta relación les hace crecer y ser mejor personas. Platón (en boca de Sócrates) pone el ejemplo de un ejército formado por parejas de amantes y amados, que era muy difícil de vencer porque este amor les hacía invencibles. Este tipo de amor era el modelo de relación homosexual en Grecia, mientras que a las mujeres se las quería "para reproducirse" (era una sociedad bastante machista).
Más tarde, en el Renacimiento, se recuperó esta tradición de amor ideal como modelo para las relaciones heterosexuales y se le llamó Neoplatonismo. Podemos encontrarlo en Dante y Petrarca. Sus mujeres, Beatrice y Laura, eran ideales de belleza y virtud, y amarlas equivalía a acercarse a Dios.
Amor y Psique, de Canovas. La escultura es del Neoclasicismo del s. XIX
Mientras que en Grecia se hacía referencia al amor físico a la par que espiritual (amante y amado eran sinónimos de activo y pasivo), en el neoplatonismo tenemos la influencia cristiana que condena el cuerpo y los placeres terrenales y despoja esta relación de amor físico. De hecho, el amor no es necesariamente correspondido, porque eso significaría que la mujer se entrega y correríamos el peligro de caer en el pecado. Así es como hemos llegado a creer que el amor platónico es "un amor idealizado y no correspondido". Termino aquí la disertación literaria - estética - filosófica y espero que los de Letras no me maten por haber resumido varios capítulos de la historia en tres párrafos U^_^ ¡Volvamos a la pista de hielo y a nuestros dos héroes!
Pasito a pasito, se llega al besito
Queda dicho pues que la relación de Yuri y Viktor es platónica, en el sentido griego de la palabra. Pero ahora hay que analizar cómo esta relación se va construyendo capítulo a capítulo, conforme ambos personajes se van conociendo y van cogiendo confianza en el otro.
Capítulos 1 y 2: Viktor, el ídolo del patinaje de Yuri, se presenta en su casa, desnudo y dispuesto a entrenarle y seducirle descaradamente. Obviamente, esto no funciona, porque Yuri es un reprimido y le tiene demasiado respeto como para acercarse a él. Viktor intenta averiguar cosas sobre él (y le pregunta varias veces si está saliendo con alguien, sin especificar si es novio o novia). También intenta dormir con él y seducirle físicamente. Consigue averiguar cosas a través de los amigos y familiares de Yuri. Descubrimos que Yuri es antisocial y se expresa a través del patinaje. Recuerdo el momento en el que Viktor le pregunta qué es lo que quiere, en caso de que gane la competición contra Yurio, y éste responde que lo que quiere es que coman katsudon juntos (su comida favorita y que ahora es el premio por ganar una competición).
Capítulo 3: Viktor le monta una coreografía para que exprese su sexualidad, se trata de Eros, el amor físico. Tenemos un momento muy sexy en el que Viktor le acaricia un labio y le pide que muestre su Eros al mundo. Todavía está jugando el rol de "seductor", aprovechándose de la situación de poder que le da ser su entrenador. Inesperadamente, y a favor de la comicidad de la serie, Yuri descubre que su amor tiene la forma de un bol de katsudon. En este capítulo le vemos pelearse con el rol masculino, a través de la historia del don Juan (un joven llega a una ciudad y seduce a la mujer más bella). Obviamente, no encaja en el estereotipo masculino, ni falta que le hace. Termina feminizándose, interpretando el rol de la mujer que se deja seducir por el galán; lo cual nos remite a su relación actual con el playboy de Viktor. Aunque, como he leído en alguna reseña, tras el giro de guión del capítulo 10, podemos interpretar que Yuri es realmente el galán, que sedujo a la dama Viktor en la fiesta en la que se emborrachó y bailaron juntos. Yuri consigue bailar de una manera tan sexy que Viktor le silba (siempre recuerdo ese silbido cada vez que escucho la canción). Lo vemos cambiado, sin gafas y con el pelo hacia atrás, carismático y seductor. Se gana la victoria y el apoyo de Viktor para el resto de la serie.
Yuri da el primer paso hacia su Eros, e intenta conquistar a Viktor a través del estómago, pero todavía le queda mucho camino por recorrer.
Capítulo 4: Viktor le anima a elegir por sí mismo la música de su programa libre. Le dice un piropo deportivo - que baila al son de la música y crea armonía con su cuerpo. Han empezado a desarrollar un lenguaje propio (katsudon, música). Yuri tiene miedo de que Viktor vea sus defectos e intenta evitarlo, a lo que Viktor responde llevándoselo a la playa y tienen su primera conversación seria.
Este es un momento memorable de la serie. Yuri le confiesa que, cuando la gente le muestra afecto, siente que lo están tratando con condescendencia, haciéndole sentir débil. Viktor le dice que no es débil y que tiene que abrirse al amor de los demás. Después le hace la famosa pregunta: "¿Qué quieres que sea para ti? Un padre? Un hermano? Un amigo? No? Entonces... supongo que seré tu novio." De nuevo, Yuri rechaza una entrada tan directa y le pide que sea "él mismo". Viktor le advierte de que su manera de mostrarle afecto va a ser siendo muy exigente con él, y hacen una especie de trato. Después de esta conversación, advertimos que derriban algunas barreras entre los dos - sentimentales y físicas.
En este episodio comienzan con la coña del pelo de Viktor y Yuri se atreve a proponerle una canción. La canción es Yuri on Ice y su tema es, nuevamente, el amor de Yuri. A través de este tema, Yuri va a ir mostrando sus sentimientos hacia Viktor y su propia personalidad.
Capítulo 5: primera competición de Yuri y primera prueba para Viktor como entrenador. Viktor le da un abrazo por la espalda justo antes de salir a patinar y le recuerda que debe seducirle. A pesar de estos ánimos, y la coreografía de Eros le sale regular. Yuri está muy nervioso y es borde con Minami, el patinador que le admira. Viktor se muestra decepcionado y esto le hace espabilar a Yuri y ponerse firme. Hay un momento, justo antes de salir a patinar Yuri on Ice, en el que Viktor le pone vaselina en los labios (uno de tantos pequeños detalles que tiene con su amado). Viktor le ha recomendado que simplifique la coreografía para ir sobre seguro, pero Yuri le desobedece y patina a tope (aunque se choca contra una barrera y le acaba sangrando la nariz). Vemos por primera vez a Yuri confiar en sus propias capacidades, lo cual encanta a Viktor, que no puede apartar la mirada de él... aunque rechaza su abrazo (este momento me rompió el corazón pero hay que reconocer que fue gracioso).
Luego Yuri confesará que se dejó llevar sobre la pista de hielo porque "estaba disfrutando del patinaje", algo que presumiblemente no hacía desde hace mucho tiempo. Al final de este capítulo, Yuri declara públicamente su amor a Viktor. Es bastante directo para lo que estábamos acostumbrados a oír de él. Aunque no diga "te quiero", dice que gracias a él, ha conocido el amor de los que le rodean, y que es la primera persona a la que ha querido aferrarse. Viktor le quita importancia, como contrapunto cómico, aunque quizá le sorprenda poco porque ya lo sabía...
Capítulo 6: comienza el Grand Prix, la fase clasificatoria de China. Yuri realiza su coreografía de Eros. Lo vemos mucho más confiado en sus capacidades... antes de salir a patinar, Viktor le coge de la mano y le dice que empiece a seducir con sus propios encantos (sin la pantomima del katsudon). Yuri le responde fieramente "no te atrevas a quitarme la vista de encima".
Es innegable que ambos se están acercando sentimentalmente y que Yuri está cambiando. Hace sólo tres capítulos dudaba de su capacidad de seducción y ahora se encara con su entrenador obligándole a mirarlo. Durante la coreografía, oímos sus pensamientos con una voz muy sexy... "soy el único que puede satisfacer a Viktor. Soy el único del mundo que conoce el amor de Viktor". Yuri borda su actuación y se coloca primero en el ranking. Viktor está encantado y lo vemos ruborizarse por primera vez. Después lo veremos abrazar a Yuri varias veces, en el kiss and greet y mientras ven patinar a Chris. Poco a poco, van acortando distancias...
Capítulo 7: aquí tiene lugar otro de los momentos clave de la serie. Va a ser un punto de inflexión en la relación entre ambos. Hasta ahora, Viktor ha estado "por encima" de Yuri, como modelo, como entrenador, como persona. Yuri ha ido ganando confianza en sí mismo a la vez que crece su amor por Viktor. En este capítulo se enfrentan sus distintas maneras de expresar amor y se reafirman una vez más en su vínculo afectivo.
Yuri es el primero en la puntuación y tiene que mantener en nivel para pasar a la siguiente fase. No está acostumbrado a ganar y se muere de nervios. Sabíamos que Yuri tenía problemas de autoestima y de ansiedad, pero hasta este capítulo no los había mostrado tan claramente. Viktor le hace dormir, le protege de los periodistas y, en última instancia, se lo lleva al garaje, lejos de los demás, para tener un momento íntimo. Viktor no sabe cómo animarlo e intenta espolearlo diciéndole que, si no se clasifica, dejará de entrenarle. Craso error: Yuri rompe a llorar y le dice que de lo que realmente tiene miedo es de que, si fracasa, esto afecte a Viktor. Viktor no sabe qué hacer "¿debería darte un beso?" y Yuri está tan desesperado que le dice exactamente lo que necesita: que se quede a su lado y tenga más fe que él mismo en que puede ganar.
En este momento, se pone de relieve que ambos han estado trabajando en direcciones opuestas. Viktor lo intenta arreglar todo mediante acciones: ir a Japón, aparecer desnudo ante él, intentar hacerse su novio, abrazarle, besarle. Yuri, por su parte, necesita apoyo emocional, necesita que le digan que van a estar con él, pase lo que pase. Viktor ha estado hablando de lo bien que iba a actuar Yuri sin tener en cuenta que siempre está hecho un manojo de nervios, lo cual ha puesto a Yuri en un compromiso mayor de lo que ya estaba. Creo que es el capítulo en el que ambos se dan cuenta de las carencias de Viktor. Y esto marca otro hito en su relación.
Yuri está mosqueado con Viktor después de la discusión de pareja y decide que puede llegar más lejos que lo que Viktor espera de él. Y ahí es cuando, de nuevo, utiliza su frustración para superarse sobre el hielo haciendo un salto muy complicado que era típico de las coreografías de su amante. Y esta es la reacción de Viktor:
Para todes les que esperábamos una muestra de amor físico, este momento es impagable. Un beso que casi ni se ve porque queda tapado por la manga de Viktor. Pero resulta natural, considerando todo lo que los ha llevado hasta aquí, y no dudo de que haya sido un beso. Y probablemente el primero de muchos, fuera de plano.
Aunque hayan discutido, es el amor lo que hace a Yuri dar lo mejor de sí, quiere demostrarle a Viktor que puede superar sus expectativas. Como los guerreros de los que hablaba Platón. Gracias al poder del amor, Yuri pasa a la siguiente fase.
Capítulo 8: en este capítulo, ambos van a Rusia y las cosas se empiezan a poner serias. Empieza a pesar sobre Yuri el fantasma de la despedida de Viktor (se supone que dejará de entrenarlo cuando termine el campeonato). Esto va a angustiar a nuestro héroe durante todo el resto de la serie. Justo antes de realizar su actuación de Eros, vemos otro de sus numeritos amorosos sobre el hielo:
Viktor le ata las botas a Yuri y, cuando se interrumpe para saludar a los fans, Yuri le tira de la corbata y le habla al oído en tono imperioso: "la actuación ya ha empezado. Mostraré mi amor a toda Rusia". ¡¿Qué es esto?! Nadie se habría podido imaginar que el cerdito japonés acabaría actuando de manera tan dominante con su entrenador. Es innegable que cada vez patina con más confianza y está más unido a Viktor. Después de un Eros impecable, la pareja nos regala otra escenita: Viktor besa el patín de Yuri en señal de adoración.
Una bloguera especulaba con que ambos tienen una relación de dominación/sumisión en la que Yuri sería el amo y Viktor el sumiso. Estos gestos podrían enmarcarse perfectamente en una relación BDSM. A mí me parece un poco exagerado, dado lo contenido de este anime, pero soñar es gratis... en cualquier caso, si hasta ahora podíamos pensar que Viktor llevaba la voz cantante y Yuri le seguía el ritmo, o lo que es lo mismo, que Viktor era el amante y Yuri el amado, está claro que se están saliendo de sus roles. Yo prefiero pensar que están empezando a mostrarse como son realmente, sin entrar en intercambios eróticos de poder.
Capítulo 9: en este capítulo, Viktor tiene que volver a Japón para hacerse cargo de su perrito, que está enfermo. Yuri tiene que enfrentarse a su programa libre sin la confortante presencia de su amado (en su lugar tiene a Yakov, que se hace cargo de él). Es la oportunidad de Yuri para demostrar que puede patinar sin Viktor, que es autónomo; lo cual está muy bien, dado que hasta ahora prácticamente había patinado "por y para él" y eso supondría una dependencia de Viktor...
...y una dependencia de Viktor hacia él, ya que, como su entrenador, está dejando de lado su carrera como patinador. Surge un nuevo factor en su relación que me parece muy importante: la autonomía. Es necesario encontrar una manera de que ambos puedan tener una relación y conservar su independencia. Tenemos un reflejo de esta relación en el patinador italiano y su hermana, que siempre se acompañan mutuamente cuando patinan y tienen una relación un poco tóxica (por parte de él). Los hermanos terminan discutiendo y dejándose su espacio personal.
Pero a la parejita va a costarle aún cuatro capítulos llegar hasta ese punto. Hasta entonces, Yuri se deprime y se plantea "liberar" a Viktor después del Grand Prix. En ese momento entra en acción Yurio con unos piroshki de katsudon, un inesperado acercamiento entre la cocina de Rusia y Japón y entre ambos rivales. Yurio le anima a darlo todo, igual que acaba de hacer él (ha patinado el Allegro Appasionato dejando a todos con la boca abierta y batiendo su récord personal). Y también ha batido su récord personal de amabilidad y compañerismo en esta misma escena.
Al final del capítulo vemos a Yuri regresando a Japón para prepararse la final. Tiene un emotivo reencuentro con su amado en el aeropuerto, con abrazos y perro de por medio, y una inesperada promesa:
Sorprendentemente, Yuri ha cambiado de opinión. No es la primera vez que hace lo contrario de lo que piensa. Y, según he leído en los comentarios de los blogs, utiliza las mismas palabras que se usan en japonés para pedirle a alguien que se case contigo. A lo que Viktor responde que sí, quiere... ser su entrenador y que no se retire nunca.
Capítulo 10: Desde aquí hasta el último capítulo, Yuri va a pelearse con el fantasma de la marcha de Viktor y su libertad. Abre el capítulo la narración de Viktor, que nos abre las puertas de su mente por primera vez (aunque muy escuetamente, nos muestra algunas de sus carencias personales). Seguido de una escenita caliente con el patinador suizo Chris (quien más adelante vemos que tiene novio). Han viajado a Barcelona para competir en la final del Grand Prix. Me sorprendió un montón que eligieran esa localización, la verdad, y sacan los lugares más bonitos y modernistas de la ciudad :)
Vamos al grano. En este capítulo suceden varias cosas importantes para la trama. En primer lugar, Viktor y Yuri se dan un paseo por Barcelona y podemos ver que están empezando a ser verdaderos compañeros de viaje. Cada vez se entienden mejor, e incluso tienen una pequeña discusión de pareja. Viktor no entiende por qué Yuri se preocupa tanto por encontrar la bolsa que se han dejado en un banco, y Yuri lo que en realidad busca es hacerle un regalo. Poco después, la serie nos regala otro de los momentos estelares de la pareja, a las puertas de la Sagrada Familia y con un coro navideño de fondo, intercambiando anillos... "que simbolizan su unión como entrenador y patinador", según Yuri; aunque por su historia y por las referencias que ha habido hasta ahora podemos interpretar que esos anillos reflejan su amor y su compromiso. Irónicamente, tienen que hacerlo a las puertas de una iglesia... un lugar "prohibido" para los gays. De eso hablaré más tarde.
Por si alguien dudaba de lo que representaban esos anillos, más tarde, cuando se juntan con el resto de los patinadores para cenar, sus compañeros les preguntan y Viktor confirma que son anillos de compromiso y que se casarán cuando Yuri gane el oro en la final. Esto se parece tanto a lo que desea el corazón de Yuri que no tiene valor para afirmarlo ni negarlo, literalmente, se queda sin palabras.
Sus compañeros les felicitan y todo el restaurante les aplaude: ¡que vivan los novios! En este momento, el hecho de que ignoraran tan fuertemente la homofobia que hay en las tres sociedades, japonesa, rusa y española, me mosqueó hasta el punto de sacarme de la acción; pero de eso hablaré más adelante. En todo caso, nos da expectativas de un "fueron felices y comieron perdices".
Para contrarrestar tanto amor, un giro argumental que nos dice que, si creíamos conocer a nuestros personajes, lo llevábamos claro: Yuri se emborrachó en la fiesta del último campeonato en el que coincidió con Viktor, arrastró a Yurio a un duelo de baile, bailó en calzoncillos en una barra de pole dance con Chris y terminó guiando a Viktor en un apasionado baile de salón.
¡Menudo giro argumental! Mis felicitaciones a la guionista. Yuri nos había tenido engañados todo el tiempo. De hecho, se había engañado a sí mismo: de la borrachera que cogió, no se acordaba de nada. Esto nos ofrece una nueva perspectiva sobre la historia: Yuri ya había seducido a Viktor y le había pedido que fuera su entrenador, cuando Viktor fue a Japón, ya sabía a lo que iba; la coreografía de Eros está inspirada en esa velada mágica entre Yuri y Viktor... y Yuri no es el cerdito tímido y reprimido que nos había hecho creer. Es un crack, un ligón, no tiene vergüenza y es feliz (sólo hay que ver esas fotos, mirad qué cara de felicidad tienen). También entendemos algunas familiaridades que se toman los patinadores con Yuri (como cuando Chris le agarra el culo y le pregunta si "está entrenando muy duro con Viktor").
A mí me hace pensar que, gracias al amor de Viktor, Yuri ha llegado a ser quien ya era, como dice ese poema tan bonito de Pedro Salinas, Perdóname por ir así buscándote:
la nueva criatura que tú eras.
Yuri no, es un cobarde y se siente culpable, y se tira por la borda pidiéndole a Viktor que "lo dejen" después del Grand Prix. Y que piensa retirarse. Una vez más, no se está refiriendo sólo al patinaje, sino también a su relación. Es un momento doloroso, pero a la vez, es bonito que hablen de sus problemas. No puede ser todo tan fácil, acabarían en una relación de dependencia. Acuerdan que cada uno decida por libre qué hacer después del Grand Prix. Y este es el resultado:
¡Me parece acertadísimo! Van a seguir unidos haciendo lo que más les gusta -patinar- sin renunciar a sus carreras. Este final desafía nuestras expectativas (el oro se lo acaba llevando Yurio, que se lo merecía, la verdad) y nos deja con la miel en los labios de una segunda temporada, perfecto!! Hay que admitir que, si todo hubiera salido como planeaban, Yuri hubiera ganado el oro y Viktor hubiera sido su entrenador de por vida, no les habría dado para hacer una segunda temporada. De esta manera, Yurio y Yuri superan a su entrenador, quien vuelve a la pista de hielo habiendo recuperado las ganas de patinar. Yuri dice algo muy bonito: "observa al Viktor que hay en mí". Y así, nuestros amantes seguirán unidos a la vez que competirán... tengo ganas de ver cómo encajan eso las guionistas.
El capítulo termina con los amantes bailando juntos la primera coreografía de Viktor, la que lo empezó todo. La serie se cierra con unas imágenes llenas de belleza y amor. Reconozco que, la primera vez que lo vi, me decepcionó un poco... estaba esperando que "consumaran" su amor de alguna manera. Pero aún no había llegado a la teoría del amor platónico. El amor de Yuri y Viktor es ideal, espiritual, y su final tiene que ser así, ideal, bello y virtuoso, como los amantes guerreros de Platón. Si nos hubieran mostrado una escena sexual perdería su encanto: es mejor dejarlo a la imaginación de cada une. Sí, se podría decir este baile es una metáfora de la consumación de su amor. "Todo lo que sucede sobre el hielo es amor"... y hasta aquí hemos llegado, see you next level!
Conclusiones
Yuri on Ice es una serie que me ha hecho disfrutar muchísimo con el desarrollo de sus personajes, su humor y su belleza estética. Aunque haya hablado principalmente de Yuri, Viktor y Yurio, también me han gustado el resto de patinadores, cada uno tenía su pequeña trama y su pequeña historia de superación personal. Han mostrado una variedad de personajes considerable, y una variedad de bailes y músicas admirable (muy buen trabajo de los de sonido). Aunque a veces notaba cosas raras en las animaciones del patinaje (desproporción y pobreza de detalles), me han gustado mucho las variaciones en la animación, las pantallitas en las que explican cosas del patinaje, las historias de las coreografías, los estados mentales de los personajes... y el opening y el ending, claro. Siempre veía el opening, es puro goce visual y sensorial... Llevo una semana escuchando la banda sonora en los ratos en los que no estoy viendo la serie una segunda vez y leyendo reseñas.
Sí, esta serie me ha "tocado" hasta el punto de querer verla una segunda vez y dedicarle esta inmensa parrafada de la que ya debéis de estar hasta el coño... creo que una de sus claves es la madurez de las relaciones y de sus personajes, y otra de las claves es la sutileza. Ha sabido indicar todo mediante indicios y matices, obligándonos a leer entre líneas y dejando ver que hay mucho más de lo que se cuenta. Y eso también es algo admirable en un anime, que a veces pecan de ser demasiado evidentes. En la relación de Viktor y Yuri hay que leer siempre entre líneas, ya que la codifican a través del patinaje. Yurio nos desconcierta con sus bandazos emocionales y Yuri y Viktor nos sorprenden en cada capítulo (sobre todo en el décimo). Creo que eso es una virtud, ya que deja muchas cosas a la imaginación y da qué pensar al espectador.
Pero antes de terminar, tengo que hacer una crítica. No me gusta que hayan obviado el tema de la homofobia en toda la serie. Japón y Rusia son países homófobos en los que no es legal el matrimonio gay. Está mal visto ser gay en Japón, si esto fuera una serie realista, la familia de Yuri no se alegraría de oír que su hijo ama a su entrenador, ni ellos dos podrían abrazarse de esa manera ni compartir rituales de amor en la pista de hielo. Tampoco patinarían juntos en público en el último capítulo. Esto fue algo que me estuvo inquietando durante toda la serie y alcanzó su apogeo en el capítulo 10, cuando intercambian anillos de compromiso y sus compañeros les felicitan en mitad de un restaurante en Barcelona. Vale que en España hayamos logrado legalizar las uniones homosexuales, pero esa acogida tan amable es demasiado bonita para ser verdad. La serie parece querer mostrarnos cómo sería una relación homosexual en una sociedad ideal en la que no hubiera homofobia.
Así que tengo opiniones encontradas. Por un lado me parece guay que lo traten con naturalidad, porque así es como debería ser; pero por otro, están dando la espalda a nuestra conciencia de clase, se están escaqueando de la lucha que mantenemos y mantendremos durante mucho tiempo para que se nos trate con igualdad y con respeto en todo el mundo. Cuando estuve en Japón este verano, la japonesa a la que visité me contó que apenas había movimiento LGTB en Japón, ni tampoco movimiento feminista. Es decir, que ni tenían igualdad de derechos, ni se organizaban para conseguirlos. Me imagino que algo habrá, pero me parece increíble que en temas tecnológicos estén tan avanzados y en cambio en temas sociales sigan en los años 60. Así que por mi parte, eso es lo único que le critico a la serie, falta de compromiso político. No sé si se debe a la "doble moral" japonesa, que permite en el manga y en el anime lo que no permite en la realidad (como la pornografía y la pedofilia). Desconozco si las creadoras han tenido problemas con la censura y por eso se trata todo el tema de la homosexualidad "con pinzas" y de una manera muy inocente. En cualquier caso, si han tenido que censurar cosas, lo han hecho de una manera muy elegante.
¡Ah, el maldito encanto del yaoi hecho por mujeres! Hace un año y pico hice una reseña de un manga para adultos de Mizushiro Setona que trataba de una relación homosexual madura entre dos hombres (podéis leerla aquí). También tengo sentimientos encontrados con el yaoi. Por una parte, me encantan las historias de gays (y de lesbianas también); pero, por otra, noto en ellas una tendencia a la idealización y un deje de machismo. A veces me da la sensación de que las autoras están representando un amor ideal entre hombres "porque son mejores que las mujeres". Hay que fijarse también en los personajes femeninos de estas historias, ¿son débiles o son carismáticos? ¿están de figurantes o tienen alguna importancia? En Yuri on Ice, los personajes principales son masculinos y hay una serie de mujeres que les acompañan: sus madres, hermanas, amigas, entrenadoras y profesoras de ballet. Sin embargo, los protagonistas adquieren elementos femeninos y no se ve como una debilidad, sino como un progreso. Los personajes principales son andróginos y rompen con los estereotipos... eso está clarísimo.
Por mi parte, sólo puedo añadir que estoy deseando que saquen una segunda temporada y den respuestas a todas las preguntas que han generado en mi cabeza (seguirán saliendo en la distancia? en caso afirmativo, cómo competirán? sabremos más cosas de Viktor y Yurio? Y Yuri, saldrá del armario? cuál será su nuevo tema?...) Os dejo con un par de reseñas que me han gustado y me han ayudado a analizar el trasfondo de la serie (ambas en inglés). ¡Ah! Y una foto de la tarde en la que, aprovechando que habían puesto una pista de hielo en la plaza del Pilar, me atreví a patinar...
La verdad has exprimido bien lo que mas me gusto de la serie. La evolucion y el amor homosexual maduro no necesariamente erotico. La estetica la musica y el baile es de lo mejorcito.
ResponderEliminarSigo pensando que de una linea sutil donde se descubria al personaje se cambia a conocer solo la relacion de los protagonistas y su futuro como pareja. Dejando en un segundo de plano todo lo que era la serie , superacion, metamorfosis, madurar, feminismo... a solo romance.
La complejidad con la que empezó y dio motor a la esencia única de la serie, se pierde en una sucesión de planos "de amor prohibido" que nunca se ve desarrollado del todo, ni llegan a la complejidad de una relación, quedándose en el estereotipo cursi y superficial típico de cualquier novela romantica
Prometía mucho la serie. Y me encanta. Pero en algun capítulo hacia los del final, se apostó por el fanservice.
El antagonismo del eros y el ágape. Muy logrado y lo has explicado genial a la hora de hablar de los patinadores.
En la serie se deja ver timidamentr cuando yuri madura en su sentimiento de amor. De su amor "por la comida" se ve un impulsivo crecimiento de autoestima, sobretodo cuando dice que patinara por su amor por Japón, pero después de eso se difumina y diluye, cuando nota la presión de la promesa que hizo, es como si ya no existiese. Solo le preocupa la posición y fama de su amado victor
Claro está que fue Victor el origen de su deseo de patinar, aunque influyo su amiga de la infancia a la que tan agradecido esta y a la que quiso enseñarle que su frustracion por su derrota, mostrandole el baile de viktor ya que Yuri se comunica con el baile. Todo ello es parte de la madurez del personaje.
En esta madurez se da cuenta de que no es sólo eso. Su familia, amigos, su tierra...
Pero eso se pierde en la serie, como ya he dicho.
En definitiva, pasa de una serie de superacion y ambición, de metamorfosis de personalidades muy diferentes y cambiantes, apasionadas, a un romance idílico
es una mierda de serie
Eliminarsi no hubiese tenido yuri en el titulo no me habria importado
ahora cuando busco yuri me sale esta mierda