Estás en trance.
Y ese trance te separa del tiempo, abriéndote las puertas del ahora, un instante compartido entre todos los que saltasteis el abismo ardiente del vaso y rompisteis el cristalino reflejo de vuestra seriedad, yo no adoraría a un Dios que no supiera bailar y vosotros sois ahora ese Dios y estáis vivos.
Estáis vivos.
Pienso en Jack Kerouac y Neal Cassady emborrachándose y colocándose hasta la destrucción - me enseñan que has de destruir una parte de ti para ser libre. Buscaban la vida y la libertad, y es una causa muy digna en un mundo de predicadores de la muerte.
Fotograma de On the road (Walter Salles, 2012)
El espíritu de la Generación Perdida y los hippies -y sus psicodélicos- guiaron a grupos tan fantásticos como los Grateful Dead (americanos) o Amon Duul (Krautrock), que son capaces de llevarte a ese estado de trance con su música psicodélica. Hoy escucho a este joven grupo alemán y siento que su espíritu no se ha perdido.
Aparte del consabido "On the road", de Kerouac, recomiendo la lectura del periodista Tom Wolfe "Ponche de ácido lisérgico", que sigue a Ken Kesey y Neal Cassady en un viaje en autobús por Norteamérica con los Merry Pranksters, su alocados amigos hippies.