A Zarza, nuestro profesor, le gusta darnos una tarea aparentemente simple y que nos perdamos. Partimos siempre de un objeto, en este caso, elegí un estropajo. A primera vista, lo único que me llamó la atención fue su textura suave por un lado y áspera por otro. Eso le gustaría a Svankmajer (recordad al hombre que se masturbaba con cepillos y rodillos llenos de clavos en Conspiradores del placer).
Después de una experimentación plástica en la que pinté con el estropajo, me lo estampé en el cuerpo y terminé por pintarme yo misma y estamparme en la pared, e ideé esta performance que realicé en el aula de Pintura.
La idea es apropiarme de instrumentos de limpieza (fregonas, estropajos, trapos), asociados a la perfecta ama de casa; y utilizarlos en un ritual de liberación sexual. Aparte de Svankmajer, me inspiré en Beatriz Preciado, una filósofa del movimiento queer que habla de "apropiarse de las tecnologías de la subjetividad". No sé si podemos considerar el estropajo una tecnología de la subjetividad, pero desde luego lo utilizo de un modo perverso.
Aunque he actuado varias veces, me daba bastante vergüenza hacer esto delante de la clase, y no me salió del todo como quería (al final tenía que haber un orgasmo). Pero os aseguro que me encantó la experiencia y mis compañeros se quedaron impresionados.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=JeLOaEE5n2U
ResponderEliminar"Frag. # 3 Aproximación a la idea de la desconfianza"
en mi opinión, has debido usar más barro
Bribón, te me has adelantado! Has encontrado un vídeo chulísimo de Rodrigo García. Ojalá seamos capaces de hacer algo tan guay en la clase de teatro.
EliminarY tienes razón, habría tenido que usar más barro... y no olvidarme el estropajo en el bolsillo de la bata; pero la primera vez siempre la cagas en algo.